Para los conductores marplatenses, la doble fila está "desbordada"
Lunes 24 de Noviembre de 2018
Según un estudio del Observatorio Vial de Cecaitra, el 50% de los marplatenses considera que el estacionamiento en doble espera genera situaciones de espera y malestar entre los automovilistas.
Una de las infracciones más extendidas y problemáticas que se cometen en Mar del Plata tiene que ver con el estacionamiento en doble fila para ganar comodidad y tiempo. Una práctica que va en desmedro de la libre circulación de los demás. Esta indisciplina, que cabe destacar que está prohibida en cualquier caso, cobra mayor repetición en zonas comerciales y a la salida de los alumnos de las escuelas. Lo que provoca embotellamientos, bocinazos, episodios de violencia verbal y hasta física.
Para conocer más sobre cómo los argentinos consideramos esta situación cotidiana, el Observatorio Vial de la cámara que nuclea a las empresas productoras de software vial en nuestro país (Cecaitra), en su décimo informe mensual, consultó opiniones respecto al estacionamiento en doble fila en la entrada y la salida de los chicos de las escuelas.
En ese sentido, 1 de cada 2 (un 52 por ciento) marplatenses expresó que no debe ser permitido ni tolerado este comportamiento bajo ninguna circunstancia, que por otro lado es lo que indica la Ley. 1 de cada 4 (un 23 por ciento) a su vez consideró que se puede y debe tolerar ya que es por la seguridad de los niños, un 18 por ciento opinó que no debería permitirse porque, al revés, es peligroso para la integridad de los chicos. Por su parte, sólo un 5 por ciento sostuvo que se debe permitir porque es “por poco tiempo y a su vez no afecta demasiado al tránsito”.
Consultados sobre cómo reaccionan los conductores ante el estacionamiento en doble fila en su uso general, el 55 por ciento dijo tomárselo con calma: suelen esperar pacientemente y avanzar en el momento que se puede. 1 de cada 4 (un 27 por ciento) reconoció impacientarse ante la demora y reaccionar tocando bocina; otro 10 por ciento se inclinó por reaccionar de alguna otra forma que no sea tocar bocina; y un preocupante 2 por ciento incluso confesó que acostumbra a bajarse del automóvil para increpar a quien está mal estacionado. Este número se modifica ligeramente por sexo, siendo un 3 por ciento entre los hombres quienes reconocen resolver este conflicto mediante la violencia verbal. Sólo el 1 por ciento de las mujeres conductoras dijeron intentar desactivar por esta vía los conflictos de tránsito.
Sobre los resultados de la encuesta, Facundo Jaime, vocero del Observatorio Vial de Cecaitra, en comunicación con 0223, expresó que “los datos recabados muestran una muy baja percepción sobre el peligro que supone este hábito y la posible conexión con infracciones que se vinculan a él, ya sea estacionar sobre la senda peatonal, tapar la salida de garajes, etcétera”.
Asimismo expresaron que “las políticas públicas, con sus instrumentos normativos, son las ordenadoras del sistema y deben ser efectivas y eficaces a la hora de orientar las acciones o modificar los hábitos que atentan contra la seguridad vial”.
Desde Cecaitra finalizaron señalando que “si puede evitarse no es un accidente, una frase que nos interpela a todos los que formamos parte del tránsito en general”.
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