Los "motochorros" son una problemática extendida en todo el país, de la cual Santa Fe no es una excepción. La preocupación se multiplica porque no pareciera encontrarse una solución a esta modalidad delictiva. A ese fin el Observatorio Vial de la Cecaitra (Cámara que nuclea a las empresas que producen software vial en la Argentina) realizó un sondeo telefónico en 1426 hogares para tener una "radiografía" del tema: 8 de cada 10 consultados considera que el uso de chaleco identificatorio con número del dominio del vehículo ayuda en mayor o menor medida a evitar este tipo de delito: el 27% dijo que ayuda mucho; el 23% poco y el 27% algo. El resto sostuvo que no ayuda o no se inclinó por ninguna opción.    

En algunos lugares, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ya es obligatorio el uso de chalecos flúo con el dominio de la moto. En ese sentido en Santa Fe, no se ven motociclistas que cumplan con este criterio dado que la iniciativa sólo se ha discutido, sin llegar a concretarse en una ley. En función de los resultados logrados, quizás convenga poner más empeño para imitar esta práctica que podría ser eficaz para desalentar este tipo de prácticas delictivas que tantas quejas genera en la población.    

El uso del chaleco hace un aporte, tanto a la seguridad vial como a la inseguridad. Al usarlo se identifica mejor el vehículo, aumentando la visibilidad y disminuyendo las posibilidades de que ocurra un siniestro vial. Por otra parte, al tener el dominio, contribuye a la seguridad, otorgando datos específicos del rodado. Teniendo en cuenta la edad de los consultados, se pudo observar una amplia diferencia en las respuestas. Los mayores de 65 años fueron los que estuvieron más de acuerdo con que el uso del chaleco es un aporte positivo: el 87% optó por las opciones ayuda mucho, poco o algo; pero el porcentaje disminuyó al 68 % cuando los consultados tenían entre 16 a 29 años.    

Continuando con la temática, el Observatorio Vial de la Cecaitra también preguntó si en los últimos 2 años, el encuestado, algún familiar o amigo habían sufrido algún hecho de inseguridad cometido por los llamados "motochorros". El 51% sostuvo que sí. Estos datos son aún mayor motivo para trabajar en herramientas que prevengan este delito o que ayuden a identificar a los maleantes.    

Los resultados variaron notablemente al considerar la edad de los consultados. Sólo 3 de cada 10 adultos mayores de 65 años dijo ser víctima o conocer a una víctima de los "motochorros". Pero la respuesta sube a 6 de cada 10 (56%) en la franja etaria de los 30 a los 49 años. Desde Cecaitra expresaron que "debemos apoyar toda medida que mejore la seguridad vial y que además sirva como aporte en la búsqueda de la tranquilidad de conductores y peatones".