Esa costumbre de no usar la cabeza
A nadie le sorprende ver a una persona conducir una moto sin su casco puesto, Es. prácticamente, una pintura más de! paisaje cotidiano. Quienes estudian el tema dicen que la situación empeora si se cruza la avenida General Paz hacia Provincia de Buenos Aires. Para los especialistas, no hay campañas de concientización suficientes y los controles brillan por su ausencia. "Se ven diferencias entre Capital y Provincia, donde directamente no se controla. A los argentinos nos gusta que haya normas y controles, pero sobre otros. Es común ver a alguien que se traslada en moto llevar el casco en su codo y cuando llega a General Paz para cruzar hacia la Ciudad se lo coloca", cuenta Alberto Gasparini, capacitador de la ONG Luchemos por la Vida. ¿Por qué no lo usan? "No sé si desconocen la utilidad del casco o si consideran que es un requerimiento. El razonamiento parece ser: 'Me piden que me ponga el casco y me lo pongo porque me obligan, no porque considere que lo necesito'", plantea. Según Luchemos por la Vida, hay un promedio de 20 muertos por día en accidentes de tránsito, de los cuales el 30 por ciento son conductores de motos y ciclomotores. El Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia de Buenos Aires, Walter Martelio, elaboró una estadística de acuerdo a la información brindada por la Fundación TRAUMA y el Centro de Experimentación y Seguridad Vial(CESVI). Allí da cuenta de que "entre octubre de 2009 y febrero de 2018, el 51,2 por ciento de las personas atendidas por lesiones a raíz de accidentes viales viajaba a bordo de una moto. Y de ese total, el 78% no usaba casco al momento del accidente". Además, "el 68% de los motociclistas tuvo al menos una lesión en la cabeza y el 62% en las extremidades, mientras que los traumas en el tórax, el abdomen, la cara y la columna fueron mucho menos frecuentes". Por otra parte, "en el grupo sin casco la proporción de pacientes con lesiones encefálicas severas fue 29,4% y en el grupo que usó casco. 10.5%". Tener estadísticas oficiales es una quimera, al menos en la Provincia de Buenos Aires. "No está estandarizado el mecanismo para cargarlas al sistema y obtener un dato real. Lo único que podríamos tener son ingresos a la guardia en distintos centros de salud. Esa información tendría que brindarla el Ministerio de Salud", explica Martelio. Tampoco se puede buscar en la Policía, que registra el accidente, pero su accionar llega hasta que la víctima ingresa al hospital. "Hay una total falta de articulación para generar datos. Reunir información es imposible. Hay que tener relevamientos propios o de ONGs, pero no tienen criterio científico riguroso", completa. La principal función del casco es amortiguar los golpes en la cabeza, reduciendo en tres cuartas partes la posibilidad de muerte o lesiones graves. Pero no todos lo usan. Uno de buena calidad, capaz de proteger al conductor cuesta unos 5 mil pesos. "Si tengo que educar a una persona, debo decirle que un golpe contra el asfalto a 19 kilómetros por hora le puede producir secuelas para siempre. Si es a 20 o 30 kilómetros por hora, puede ser la muerte en caso de que se golpee la cabeza. El casco no evita el accidente, sino el mal posterior, que es la lesión. Al golpear contra el asfalto, el impacto será el mismo, pero al estar el casco tiene un marco de contención", cuenta Gasparini, Carolina Giardullí es terapista ocupacional y se especializa en neurorehabilitación de adultos. Trabaja junto a las víctimas para que, en la medida de lo posible, recuperen sus habilidades motoras, cognitivas o conductuales y puedan volver a ser funcionales. "Una persona que va en moto, sufre un accidente y tiene traumatismo de cráneo puede sufrir consecuencias diversas. dependiendo del tipo de lesión y evolución de las persona. Es la primera causa de discapacidad adquirida en adultos jóvenes", afirma. El paciente pasa primero por un período agudo en el que existe la posibilidad de que se encuentre en coma o tenga alteraciones de la conciencia. "Depende de su evolución, puede quedar con secuelas graves, moderadas o leves que abarcan aspectos cognitivos. conductuales o motores", indica la especialista. Los cognitivos abarcan las funciones ejecutivas, de memoria o atención, que no permiten llevar a cabo tareas o razonar. Los conductuales son "los que más impactan en la vida del paciente y su familia", dice Giardulli, y continúa: "Depende de las secuelas, puede llegar a necesitar asistencia por el resto de su vida y hablamos de personas jóvenes con expectativas de vida larga pero que terminan siendo dependientes para actividades básicas o instrumentales, como manejar las finanzas, hacer compras, cocinarse, conseguir trabajo y sostenerlo, entre otras". Las lesiones motoras son "las que generan hemiparesia, que afecta a la mitad de! cuerpo, lo que puede ocasionar problemas en la marcha, equilibrio o mover el brazo de manera funcional". ¿Cómo se intenta controlar el uso del casco para evitar semejantes consecuencias? Lo que oportunamente se presentó como una opción fue prohibir a las estaciones de servicio que carguen nafta a motos cuyos conductores no tengan casco. Sin embargo, esto es casi imposible en la práctica: "Si viene alguien sin casco, no le podemos decir que no cargamos porque se la agarran con el playero y lo amenazan. Entonces, pedimos a Provincia de Buenos Aires ver la posibilidad de que tanto la Policía como la gente del área de Tránsito pongan a una persona en las estaciones de servicio hasta acostumbrar a la gente. No estamos en contra de la ley. sino que no tenemos poder de policía", protesta Juan Carlos Basílico, Presidente de Federación de Entidades de Combustibles (FEC). "Son legislaciones que tienen que ver más con transferir la responsabilidad al comercio que con implementar el propio poder de policía para hacer efectivo el cumplimiento de la ley", aporta Martelio. Según datos oficiales, entre septiembre de 2017 y el 2 de marzo de este año, se decomisaron 5.322 en motos en la Ciudad de Buenos Aires, Del total, 1,158 fueron retenidas por la falta del chaleco refractario, mientras que 138 fueron incautadas porque los ocupantes no tenían casco. En la Provincia, la situación se complica porque la mayoría de los municipios tienen sus galpones abarrotados. Si bien existe la chance de compactar aquellas motos que no son retiradas por sus dueños, a veces los tiempos que deben respetar no ayudan a la recirculación de vehículos. "Tanto jueces como fiscales nos piden que no secuestremos motos", confió un efectivo de Gendarmería en estricta reserva de su nombre. "Son casos engorrosos. El crecimiento de la venta fue exponencial en los últimos años a partir de distintas cuestiones, tales como que es la herramienta más rápida para evitar el tránsito en ciudades, las facilidades otorgadas en créditos de compra de las mismas, entre otras", advierte Martelio. "Quien compra un ciclomotor en cuotas y paga $ 1.000 al mes, por ahí no tiene para comprarse un casco. ¿Por qué no vender el casco junto con el vehículo y prorratear su costo en cuotas?", sugiere Gasparoni.
Nike